
Durante décadas, el modelo económico dominante ha sido lineal: producir, consumir y desechar. Este esquema, que impulsó el crecimiento industrial del siglo XX, hoy muestra sus límites frente a la escasez de recursos, la contaminación y el cambio climático.
En este contexto, surge la economía circular, un modelo que busca redefinir el crecimiento, desvinculando el desarrollo económico del consumo de recursos finitos. No solo es una necesidad ambiental, sino también una gran oportunidad de negocio e inversión para quienes entiendan su potencial.
1. Qué es la economía circular (y por qué es el futuro)
La economía circular es un sistema económico restaurativo y regenerativo por diseño. Su objetivo es mantener los productos, materiales y recursos en uso el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo los residuos.
A diferencia del modelo lineal (“extraer, fabricar, usar y tirar”), la economía circular propone un ciclo continuo en el que los desechos se convierten en recursos.
En palabras simples:
Lo que antes se consideraba basura, ahora puede tener una segunda vida económica.
Este enfoque se apoya en tres principios básicos definidos por la Fundación Ellen MacArthur, líder mundial en esta materia:
- Eliminar los residuos y la contaminación desde el diseño.
- Mantener productos y materiales en uso.
- Regenerar los sistemas naturales.
2. Por qué la economía circular es clave en el siglo XXI
El cambio hacia la circularidad no es solo una cuestión ética o ambiental: es una necesidad económica y estratégica.
Algunos datos lo ilustran:
- Se estima que la economía mundial solo es circular en un 7,2% (Circularity Gap Report 2024).
- Cada año se consumen más de 100.000 millones de toneladas de materiales, pero más del 90% termina desperdiciado.
- La UE y muchas economías desarrolladas han incorporado metas de circularidad en sus políticas industriales y de sostenibilidad.
La presión regulatoria, la escasez de materias primas y el cambio en las preferencias de los consumidores están obligando a las empresas a replantear sus modelos de negocio.
Y quienes se adelanten, pueden beneficiarse de ventajas competitivas, nuevas fuentes de ingresos e inversión sostenible.

3. Cómo funciona la economía circular en la práctica
La economía circular se traduce en distintas estrategias, aplicables en múltiples sectores:
a) Diseño sostenible
Los productos se crean pensando en su durabilidad, reparabilidad y reciclaje.
Ejemplo: empresas de electrónica que diseñan dispositivos con piezas modulares, fáciles de reparar o actualizar.
b) Reutilización y reparación
Modelos que alargan la vida útil de los productos.
Ejemplo: talleres de reacondicionamiento, plataformas de segunda mano, o servicios de alquiler en lugar de venta.
c) Reciclaje avanzado
Transformar residuos en nuevos materiales con alto valor añadido.
Ejemplo: reciclaje químico de plásticos o la recuperación de metales raros de dispositivos electrónicos.
d) Energías renovables y eficiencia
La circularidad también implica reducir la huella energética, impulsando la transición hacia fuentes limpias.
e) Economía de servicios
Pasar de “vender productos” a “ofrecer servicios”.
Ejemplo: una empresa que alquila lavadoras en lugar de venderlas, ocupándose del mantenimiento y sustitución al final de su vida útil.
4. Los sectores que más se benefician de la economía circular
La circularidad no es exclusiva del reciclaje: afecta a casi todos los sectores. Algunos están mostrando especial dinamismo y potencial de inversión.
1. Energías renovables
Son la base de la circularidad, ya que sustituyen recursos finitos por flujos energéticos regenerativos (sol, viento, biomasa).
Empresas como Ørsted, Iberdrola o Enphase Energy lideran la transición energética, integrando eficiencia, reciclaje de componentes y reducción de emisiones.
2. Textil y moda sostenible
La industria textil es una de las más contaminantes. Marcas como Patagonia, Stella McCartney o Inditex (con su programa Join Life) apuestan por materiales reciclados y producción circular.
También surgen startups como Renewcell o Resortecs, que desarrollan tecnologías para reciclar fibras textiles a escala industrial.
3. Tecnología y electrónica
Gigantes como Apple o Dell están rediseñando sus productos para que sean reciclables y más duraderos.
Apple, por ejemplo, utiliza robots como “Daisy” para recuperar materiales valiosos de iPhones antiguos, como oro o cobalto.
4. Alimentación y agricultura
La circularidad en este sector pasa por reducir desperdicios, reciclar residuos orgánicos y apostar por la agricultura regenerativa.
Empresas como Too Good To Go o CompostNow convierten el problema del desperdicio alimentario en negocio.
5. Construcción e infraestructuras
El sector de la construcción genera más del 30% de los residuos mundiales.
La economía circular impulsa materiales reciclables, módulos reutilizables y eficiencia energética.
Ejemplo: Holcim (antes LafargeHolcim) desarrolla cementos reciclables y materiales de bajo carbono.
6. Movilidad y transporte
La movilidad compartida, eléctrica y reutilizable forma parte del nuevo paradigma.
Compañías como Tesla, BYD, Volvo o Bolt están integrando baterías reciclables y vehículos diseñados para un ciclo de vida más largo.

5. Economía circular y rentabilidad: datos y perspectivas
Invertir en circularidad no es solo un acto de responsabilidad ambiental, sino una estrategia rentable a largo plazo.
- Según Accenture, la economía circular podría generar 4,5 billones de dólares en crecimiento económico hasta 2030.
- McKinsey estima que puede reducir los costes de producción hasta un 25% en sectores como automoción, electrónica o bienes de consumo.
- La Unión Europea calcula que la transición circular podría crear 700.000 nuevos empleos antes de 2030.
Además, las empresas con prácticas sostenibles tienden a tener mejor acceso a financiación y una menor volatilidad bursátil, según diversos estudios ESG (Environmental, Social and Governance).
6. El auge de la inversión sostenible y circular
El mundo financiero también ha abrazado la circularidad. Los inversores buscan proyectos que combinen rentabilidad con impacto positivo.
a) Fondos de inversión temáticos
Existen fondos centrados en empresas que lideran la economía circular, como:
- RobecoSAM Circular Economy Equities
- BlackRock Circular Economy Fund
- BNP Paribas Easy ECPI Circular Economy Leaders
Estos fondos invierten en compañías que promueven reciclaje, eficiencia de recursos, energías limpias y diseño sostenible.
b) Bonos verdes y sostenibles
Los bonos verdes financian proyectos con impacto ambiental positivo: gestión de residuos, eficiencia energética o transporte limpio.
Su mercado global ya supera los 2 billones de dólares en emisiones acumuladas.
c) Inversión ESG
Cada vez más fondos incorporan criterios ESG, que incluyen la circularidad como parte del componente ambiental (E).
Las empresas que adoptan modelos circulares mejoran su puntuación ESG y, por tanto, su atractivo para los grandes inversores institucionales.
7. Casos de empresas que están liderando el cambio
Veamos ejemplos concretos de compañías que ya están capitalizando el modelo circular:
1. Patagonia
La marca de ropa outdoor promueve la reparación, reciclaje y reutilización. Su programa Worn Wear permite a los clientes devolver prendas usadas para reacondicionarlas y revenderlas.
Ha demostrado que la sostenibilidad puede ser rentable y fortalecer la lealtad del cliente.
2. IKEA
El gigante sueco ha anunciado su objetivo de ser 100% circular en 2030. Está desarrollando muebles modulares, reciclables y fabricados con materiales renovables.
También ofrece programas de recompra y reventa de muebles usados.
3. Schneider Electric
Líder en gestión energética y automatización, apuesta por la reutilización de componentes, la reparación industrial y el ecodiseño.
Su estrategia circular le ha permitido reducir costes y posicionarse como referente ESG en Europa.
4. TerraCycle
Una startup que convierte residuos difíciles de reciclar (como cepillos de dientes o cápsulas de café) en nuevos productos. Colabora con marcas como Unilever o Colgate.
Ejemplo de cómo la innovación circular puede crear negocios completamente nuevos.
5. Veolia
Multinacional francesa especializada en gestión de agua, energía y residuos. Su modelo de negocio se basa precisamente en cerrar los ciclos materiales y energéticos de las ciudades e industrias.
6. Northvolt
Empresa sueca que fabrica baterías de iones de litio utilizando materias primas recicladas. Su objetivo: crear las baterías más sostenibles del mundo.
Ya es proveedor clave de Volvo, BMW y Volkswagen.

8. El papel de los gobiernos y la regulación
El impulso público es decisivo. La economía circular está integrada en políticas de la Unión Europea, Estados Unidos y Asia.
Unión Europea
El Plan de Acción para la Economía Circular (2020) es uno de los pilares del Pacto Verde Europeo.
Incluye medidas como:
- Derecho a reparar productos electrónicos.
- Estrategia para textiles sostenibles.
- Normas de reciclaje obligatorias para envases y plásticos.
- Incentivos fiscales para empresas circulares.
España
El Plan España Circular 2030 busca reducir un 30% el consumo nacional de materiales y aumentar el reciclaje hasta el 65% de los residuos municipales.
Además, el PERTE de Economía Circular (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) movilizará más de 1.200 millones de euros en ayudas.
América Latina
Países como Chile, Colombia y México avanzan en leyes de responsabilidad extendida del productor (REP), promoviendo el reciclaje y la reutilización.
Este marco regulatorio genera un entorno más favorable para la inversión circular y reduce riesgos a largo plazo.
9. Cómo pueden las empresas adaptarse (y los inversores aprovecharlo)
Para las empresas, abrazar la economía circular no es una opción, sino una estrategia de supervivencia y diferenciación.
Pasos para empresas:
- Analizar su huella de recursos y residuos.
- Rediseñar productos y procesos para extender su ciclo de vida.
- Establecer alianzas con proveedores y startups circulares.
- Invertir en innovación tecnológica, reciclaje y trazabilidad.
- Comunicar su impacto con transparencia (reportes ESG).
Para los inversores:
- Identificar empresas con modelos circulares sólidos o que se estén transformando.
- Analizar indicadores de sostenibilidad (huella de carbono, gestión de residuos, materiales reciclados).
- Diversificar entre fondos temáticos, bonos verdes y acciones ESG.
- Invertir a largo plazo, ya que la transición circular se consolidará en la próxima década.
10. Retos y barreras de la economía circular
A pesar del entusiasmo, la circularidad enfrenta desafíos:
- Falta de infraestructuras de reciclaje y reutilización.
- Costes iniciales altos para rediseñar procesos.
- Falta de estandarización en métricas de circularidad.
- Cambios culturales: consumidores y empresas aún piensan en términos de “usar y tirar”.
- Greenwashing: riesgo de que algunas empresas exageren su compromiso circular sin resultados reales.
Superar estos obstáculos requerirá colaboración entre gobiernos, empresas, inversores y ciudadanos.
11. Mirando al futuro: circularidad y digitalización
La economía circular está íntimamente ligada a la revolución tecnológica. Herramientas como la inteligencia artificial, el big data, el blockchain o el Internet de las cosas (IoT) permiten monitorizar materiales, optimizar recursos y crear sistemas de trazabilidad total.
Por ejemplo:
- Blockchain garantiza transparencia en la cadena de suministro circular.
- IA y machine learning ayudan a optimizar el reciclaje automatizado.
- Plataformas digitales facilitan la logística inversa y la economía colaborativa.
La unión entre circularidad y tecnología abre un nuevo horizonte de innovación y rentabilidad.
12. Conclusión: una nueva era de sostenibilidad rentable
La economía circular ya no es una utopía verde ni una moda pasajera. Es la columna vertebral del nuevo modelo económico que el planeta necesita… y una enorme oportunidad para quienes sepan anticiparse.
Empresas que adoptan este enfoque no solo reducen su impacto ambiental, sino que:
- Mejoran su eficiencia y reputación.
- Acceden a capital más barato.
- Fidelizan a clientes conscientes.
- Y se posicionan en mercados emergentes de alto crecimiento.
Para los inversores, la economía circular ofrece un doble retorno:
👉 Rentabilidad económica.
👉 Impacto positivo y sostenible.
En un mundo donde los recursos son finitos y la innovación no lo es, apostar por la circularidad es apostar por el futuro.